REVOLUCIÓN

REVOLUCIÓN
"Consiste en mirar una rosa hasta pulverizarse los ojos..."

martes, 4 de febrero de 2020

HOY SE FUE UN AMIGO...

Febrero 4, 2020. Descubrimos, junto a Paola, que Coco estaba un poco oscuro por la tierra, había que bañarlo. En plena ducha descubrimos que la supuesta hernia que venía arrastrando desde hace unos años, había crecido considerablemente. Nos asustamos por el tamaño, pero después de un corte de pelos excedidos, decidimos llevarlo urgente al veterinario. Coco había estado un poco triste esos días pero nada hacía pensar que la cosa se iba a precipitar tan abruptamente.
Veterinaria. lo revisa, diagnóstico de una posible hernia y a punto de estrangularse. Por un lado nos dejó tranquilo pero por el otro nos preocupó porque había que operar. Calmante y a la casa hasta mañana. Había que esperar un día para la operación. Ya de vuelta en la casa  con Coco, lo vi mareado y débil, lo vi como nunca antes.
Se apaga una luz y se enciende una estrella en el cielo. Allá va mi "Coquito", aquél que supo alegrar por casi diez años esta cansada y vertiginosa vida. Gracias por tu tiempo, por tu fidelidad, por tu paciencia. Porque en cada momento, tu figura pequeña y peluda custodiaba mi sombra cual guardián de una amistad a prueba de balas y gritos; porque en cada noche, cuando me acostaba a descansar,  bajaba mi mano y me encontraba con tus pelos y tu fidelidad, porque al sentarme a almorzar tu mano insistente me solicitaba algo para compartir. Ya te extraño querido amigo, y no ha pasado 24 horas de tu partida. ya estas corriendo con tu melena al viento junto a Peky, Bertoni, Lupe, Salma y la "Cleo", ya juegan juntos en el cielo de los perros, allí donde no existe la envidia ni la maldad, lugar donde creo ningún humano podrá jamás entrar. Me quedo con tus correrías y tu belleza extraña, con la inmensa claridad de tu pequeña figura blanquinegra. Hoy la casa está triste: Frida se levantó sospechando algo, todos recurríamos al silencio y a cubrir disimuladamente nuestras lágrimas. Todos no queríamos aceptar que aquellos dientes tan particulares, herencia de mi querido Peky, ya no aparecerían por los rincones de esta casa tan perruna. Perdón amigo por las omisiones, por los silencios, por la falta de atención muchas veces, por tus pulgas y por mis ausencias de cariño. Se que estás en buena compañía pero mi egoísmo existencial me hace extrañarte desmesuradamente y casi no lo aguanto. Escribo esto y no puedo evitar que mis ojos se humedezcan, perdón amigo.
En el panteón de mis recuerdos ya ocupas un lugar destacado. Coco, el pequeño gran amigo, el compañero inseparable de las tardes ausentes y opacas. En el camino que todos transitamos espero encontrarte rápido para juntos cazar mariposas y soñar con almuerzos y amistades.
                                     04 febrero 2020

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